El trabajo se le acumula a Britney Spears. Después de confirmar su compromiso con Jason Trawick, que pidió, incluso, la mano de la cantante al padre de ésta, la americana está ya inmersa en los preparativos de la que será su tercera boda. Un enlace que pretende ser discreto e íntimo aunque lujoso, según han comentado varios medios estadounidenses. Y es que la intérprete y su manager quieren celebrar su matrimonio por todo lo alto aunque solo rodeados por sus amigos más cercanos y su familia.
Tras pasar por el altar en Las Vegas con su primer marido, cuyo matrimonio duró tan solo unas horas, y repetir en Hollywood poco después con Kevin Federline, esta vez Britney Spears quiere una ceremonia más emocionante en Kentwood, Lousiana, tierra natal de la cantante. Eso sí, su imagen y la de su prometido, Jason, estará por todas partes. "La celebración durará como mínimo dos días y sus fotos inundarán toda la decoración", ha dicho un amigo cercano.
Entre tanto, la cantante no descuida los detalles del enlace y parece que se ha puesto ya manos a la obra para elegir al diseñador que le creará su vestido de novia. Al parecer, Betsey Johnson y Jeremy Scott son los dos modistos que están en cabeza para confeccionar el modelo que lucirá en la boda. Considerando el estilo de cada uno, se puede decir que si finalmente es Johnson el elegido, el vestido tienda a ser futurista mientras que si opta por Scott será algo más tradicional.
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